domingo, 25 de marzo de 2012

Incómodo.

Hola, viles blasfemos. Hoy vengo a hacer que levantéis vuestros huecos cráneos, a intentar motivaros un poco. A subiros aquello que algunos llaman: EGO.

Sepáis que yo mismo estoy pasando por una mala racha, pero ¿QUÉ COJONES? No hay que venirse abajo. ¡NUNCA! ¡Y menos en momentos delicados, coño! Os voy a hacer una pequeña lista sobre lo que hay que hacer y lo que NO hay que hacer en momentos de pochez.

Cosas que NO hay que hacer en caso de sentimientos heridos:
1. Nunca. ¡Nunca! ¡NUNCA! ¡¡JAMÁS!!
¡ESCUCHÉIS CANCIONES TRISTES! ¡Bajo ningún concepto! Nada de In the End de Linkin Park, por ejemplo. O Lonely day de System of a Down. ¡PROHIBIDO ESCUCHAR ESO ESTANDO POCHO!

2. NO pensar en ello. Sea lo que sea lo que te hayan hecho, o lo que te haya pasado, o lo que hayas hecho... INTENTA POR TODOS LOS MEDIOS NO PENSAR EN ELLO. ¡Piensa en los Pokémon! Intenta enumerar a los 151 primeros pokémon. O por lo menos acordarte de sus nombres, evoluciones o tipos. Y si no te gustan los Pokémon (OMG) piensa en cualquier chorrada. Ponte a dibujar. Jirafas, por ejemplo. Intenta dibujar una puta jirafa en condiciones. Y si no te sale, prueba con algo más sencillo. Un saltamontes, por ejemplo. No olvides detallarlo.

3.No ver películas depresivas. ES IGUAL O MÁS IMPORTANTE QUE ESCUCHAR CANCIONES DEPRESIVAS. Nada, baish. Escupe. Pelis moñas malas. CACA. *Bofetada* Como te pille viendo Titanic o algo por el estilo, me presento en tu casa y te arranco los pelos de los huevos con unas pinzas.

4. Aunque parezca mentira: NO. SALGÁIS. DE. PARRANDA. Eso os induciría a beber para "olvidar". Lo único que conseguiréis, no solo recordar vilmente, es arriesgar vuestros hígados estúpidamente y aumentar vuestro riesgo de muerte por torpeza. BORRACHOS. No, enserio. Encima al día siguiente, aparte de tener una resaca del copón, lo intentaréis recordar todo y lo que seguro que recordaréis es vuestro dolor, petardos. Masocas.

5. Por supuesto, y obviamente: Nada de auto-mutilarse o auto-lesionarse. Sólo espero que no haya hecho falta recordaroslo.

6. En caso de desamor, ruptura, u otras polladas: NUNCA. JAMÁS. Arrastrarse. NUNCA. No os arrastréis como lagartijas. No vale la pena. Hay que intentar pasar página.


Vale, más de uno pensará: Y EL GILIPOLLAS ESTE QUE NO SABE LO QUE ME PASA Y VA DE ENTENDIDO. COMO SI FUESE TAN FÁCIL. Vale. Sí, os comprendo mejor de lo que creéis. Pero hay que ser fuerte, hostias. Yo también he pasado por momentos (Y estoy pasando) y miradme, tan feliz de la vida. Es MUCHO más sencillo de lo que pueda parecer. Solo os hace falta fuerza de voluntad. Es duro, sí. Pero a la vez es muy fácil. Intentad evitar los pasos que he mencionado antes y prestad atención a los siguientes.

Cosas que SÍ hay que hacer en caso de sentimientos heridos:

1. Para empezar, poned la tele. Y aunque parezca estúpido o infantil, poned el puto canal de dibujos animados. Reíos de lo jodidamente absurdas que son las series de hoy en día, o deleitaros con el genial humor de Hora de Aventuras o My Little Pony.

2. Como antagonista del primer punto anterior. ESCUCHAD MÚSICA ANIMADA. Motivadora. Nada de ñoñeces. Coged el Mp3 y quitad todas las canciones tristes que tengáis y poneos de las más animadas de los grupos que escuchéis.

3. Películas. Comedia. Sobretodo. Nada de películas ñoñas, como dije antes. Tenéis que ver películas de cachondeo. Reír es lo que más falta os hace en esos momentos, no llorar. Películas de acción con toques humorísticos tales como la saga de La Jungla de Cristal, por ejemplo, van muy bien para el público masculino. Es lo malo de ser un tío, que me gustan las pelis de tíos. Para vosotras, señoritas, puedo recomendaros películas de comedia simplemente. Pero para nada comedias románticas. Evitarlas.

4. Vale, aquí es cuando me contradigo. Podéis salir de parranda, sí. Pero no para olvidar, sino para pasarlo de puta madre. Nada de ligar, ni de cogerse pedos tremendos. Beber con moderación, pasar un ratazo cojonudo con tus amigos y en un local donde pongan la música que te gusta. Eso si, cuidao con que pongan lentas. Si es así, huid. Proponed un cambio de local inmediato. (Todo este punto es bastante contradictorio, no lo tengáis en cuenta si no sabéis los sitios a los que hay que ir) SOBRETODO, antes de que se me olvide: CUIDADO CON LA COMPAÑÍA. Buscaos fiesteros. Que se emborrachen ellos y reíos de sus gilipolleces empedadas.

5. Jugad. A la consola, deportes, haced ejercicio. MANTENEOS DISTRAÍDOS.


Y ya. Esas son las cosas que se me ocurren de momento. Pensad que estoy escribiendo esto a las 3 de la madrugada, no me lo tengáis en cuenta. Sobretodo manteneos animados, yo estoy pasando por algo bastante duro y miradme. Fuerza de voluntad a tope. Seguro que conocéis a alguien que os haga reír siempre. Aunque esteis tristes. Acudid a esa persona. Yo he hecho lo que he podido, bajo mi punto de vista  y con la mejor de mis intenciones. Espero que estos consejos os sirvan de algo.

PD: Siempre podéis escuchar esto, que a mi me anima un huevo.


Recordad: ¡La risa es la mejor medicina para la salud! ¡Also, no confundáis los cerebros con las coliflores!

miércoles, 7 de marzo de 2012

End.


Era un planeta lleno de vida. Los bosques cubrían toda la superficie, mientras que un impresionante océano la rodeaba, dándole al planeta un toque azulado que hacía juego con la atmósfera. Las criaturas que allí vivían, se dedicaban a alimentarse, a vivir la vida básicamente, sin preocupaciones ni discusiones entre ellos. Convivían a la perfección. Sin disputas. Sin conflictos. Todo era paz y tranquilidad.

Hasta que ocurrió...

Las criaturas sintieron el peligro y alzaron la vista. Paralizados de puro pánico, contemplaron como una gigantesca bola de fuego se dirigía a su preciado paraíso. El cielo se partió en dos. La azulada atmósfera se quebró. La gran roca envuelta en llamas se abrió paso entre las nubes que desaparecieron al instante. Las criaturas que contemplaban el desolador espectáculo, se dispersaron, huyendo de la inminente catástrofe.

El impacto fue devastador. Al chocar una ola de fuego rodeó la zona, abrasando todo lo que encontraba a su paso, que eran árboles y pequeñas plantas. Los alrededores se convirtieron en desiertos abrasadores. Sólo unas pocas criaturas sobrevivieron a la catástrofe. Se aproximaron al inmenso cráter que provocó el asteroide impactado, para contemplar los efectos que éste producía en el planeta. Pronto se vieron condenados a respirar aire tóxico. Por suerte lograron acostumbrarse, pero llegaron más desgracias al planeta. Una mancha empezó a expandirse desde el interior del cráter hasta los límites de la superficie, introduciéndose en el mar y contaminando sus aguas. La mancha de destrucción provocaba mutaciones a los árboles y demás plantas que sobrevivieran al impacto.

Las criaturas comprobaron como una extraña sustancia azul-violácea emergía del cráter, avanzando como una enredadera por sus paredes y por el suelo. El simple contacto con ésta, provocaba la muerte a toda criatura viviente. Los que la respiraron, comprobaron con horror, como mutaban violentamente, provocando trastornos en la personalidad y aparición de otras extremidades en los cuerpos de aquellos que se exponían a la sustancia. Las criaturas que nacieron tiempo pasado desde el impacto, también nacían con deformidades horripilantes. Pronto, las criaturas murieron poco a poco, debido a los constantes cambios en la atmósfera, acabando con el tiempo con la vida de todo el planeta. Pronto, el planeta lleno de vida, se convirtió en una roca desértica y tóxica, que causaba la muerte a aquellos que se aproximaban.

Tras largos años deshabitado, el planeta, convertido en una roca, estalló. Sus pedazos fueron a parar a diversos planetas, que murieron también al estos impactar sobre sus superficies. Provocando así una cadena de muerte y destrucción.

-------------------------------------------------------------------------------------
Vale. Antes de que me digáis nada, esto lo escribí mucho antes de escribir el relato de Vendas. No sé si os habéis dado cuenta, pero es una especie de descripción de lo que pasa en el trasfondo de los juegos Metroid Prime. Espero que os guste y tal. Y recordad: ¡no confundáis los cerebros con coliflores!

jueves, 16 de febrero de 2012

Sobre el Absurdismo.

Helou, ñelou, melou, afrodisíacos pingüinos del Caribe. Anoche tuve la certeza de que los móviles se queman cuando la coca-cola sabe a yeso. Tal y como el Gelocatil nos informa sobre como darle leche al sobaco, untado con mermelada de pipas dulces. Mi hermana salta sobre la estufa que, tendida en la bañera, baila tres veces mientras la botella se fuma una porción de ADSL de cola-cao.
¡Batman! Dijo el melón mientras LaSesi lo cortaba y le llamaba al teléfono desde el lavabo, que lloraba alegando que sus tripas resonaban. También puede deberse a que los mendigos se pelean a la luz del anochecer diario, ya que las proporciones del Salchichonio atómico tienen un problema de varices por que los coches no saben amar. Y es que tanto como la primera y la segunda, tercera, cuarta:
¡Vamos a morir todos! - Decía el sufrimiento desde el Cañaveral de las antípodas emergentes de la sábana y el edredón. Tales fueron sus inquietudes que mientras los efervescentes arrecifes procreaban con las angostas pechugas de tu prima, las doctoras del Machupichu se tiraban al río a grito de: ¡FLUORESCENCIAAAA!
Y hablando de los griegos: el otro día me caí sobre la calva de Pedro, el kiosquero de la planta verde, esa que tiene pétalos y se baña con Cheetos fantasmitos.
¡Maldita sea la madrugada en la que Dios me ayudó!¡Crucé la puerta a las ocho del mediodía y los ciegos me gritaon: No te oigo! Esos picarones tunantes... Tiran de trinket cuando ven que Nidorino envenena a Agumón con el Mago Oscuro usando cartas de montaña. Fue entonces cuando Kratos, presa del hambre, se puso a nadar en la maceta de metacrilato blando. ¡Qué locura!- Pensó el alabastro bailarín cuando vio que su padre decía cosas sin sentido como: Dos pájaros de un tiro.

Capítulo Doce

La primavera abunda en desnudos, y el profiláctico cojones le paga al trapecio para que juegue a tirar la tele y beber sus jugos de Loli.  Las zapatillas no estaban desacuerdo y soezmente cantaron sobre los otomanos de pegamento. Ahí se deciden los pitos y flautas pensando en los arcoiris de fresa y canela.
¡CANELA! Te digo, helicóptero prensado basado en locuciones bastardas de peras por sardinas. Y el mondongo se chupó un dedo  abusando de orgullo. Dios mío, que miedo te tenía, que te fuiste con las croquetas felices y las torrijas duras. DURAS COMO ESCARPIAS. Al buen entendedor, en el camino nos encontraremos mientras nunca digas patada en los cojones. ¡Claro que sí, el paladín al bol de espinacas condimentado con su tema! Ya sabes, eso de chocolate con arzobispos en salsa de chicle de cera de oído.

martes, 7 de febrero de 2012

Desu - Cargas.

Helou, melou, yelou mis amados desnutridos. Hoy os comunico que vuelvo al WoW! Sí, me voy a envenenar un rato con la mierda esa, que me chupa la energía vital (que no el miemblo). De mientras, me estoy Desu-cargando el RE4 para el pc, a ver que tal (Sí, como ya os dije, ese juego me envenena mucho).
El caso es que lo estuve jugando en la PS2 hace unos días, pero se me quedaba calao el jodío justo en la escena en que:
ATENCIÓN SPOILER
Destruyen el Helicóptero del Mike.
SACABÓ EL SPOILER.
Entonces claro, me quedo con ganas del modo Mercenaries. Así que por eso me lo estoy Desu-Cargando.
El caso es que también me estoy Desu-Cargando el crack del Star Wars Battlefront 2, que el CD me está empezando a fallar y eso no mola...
También me están empezando a fallar mazo juegos, así que seguramente acabe Desu-Cargando los Correspondientes Cracks.
En fin, no tengo mucho más que decir. Espero que me podáis leer dentro de un poquiño y que os haya gustado el relato del otro día. Sed buenos y recordad: ¡No confundáis los cerebros con las coliflores!

jueves, 2 de febrero de 2012

Vendas.

Helou, belou, yelou, mis adorados desnutridos. Hoy os traigo un pequeño relato que escribí hacer un par de años o 3 (de verdad, no me acuerdo). El caso es que este relato (un poco largo, para qué mentir) me gusta especialmente, me salió del alma y aparte quedé 3º en un concurso (que no es mucho, pero a mí me sube el ego que te pedes), por lo que me siento especialmente orgulloso de él. Espero que lo disfrutéis y que no os aburra. Y recordad: ¡no confundáis los cerebros con las coliflores!

-------------------------------------------------------------------------------------


Abro los ojos aún aturdido. 
Me froto la cabeza, a pesar de que no noto dolor alguno... Debo de haber reaccionado inconscientemente. 
Miro a mi alrededor. Un amplio pasillo se extiende ante mí, en cuyo final se puede ver una pared de tapices granates al igual que el resto de las paredes. Me levanto despacio, y veo que hay algún que otro escombro en el suelo. Empiezo a avanzar hacia el final del pasillo, que desvía hacia la derecha. Justo cuando llego al final, justo cuando voy a cruzar, me encuentro con alguien. 
Apenas le veo, pues las luces permanecen apagadas. Pronto, como si de un juego se tratase, las luces se encienden ante mi asombro. Es entonces cuando la veo. Es una mujer, puesto que tiene formas de mujer. Es delgada y de mi altura, más o menos... Le miro la cara, pero sólo puedo ver un ojo, de un iris rojo, que parece brillar como una chispa de fuego. el resto de la cara, permanece vendada, al igual que prácticamente todo su cuerpo, excepto su brazo derecho y su pierna izquierda. El resto es puro vendaje. Hay algo en ella que me atrae, Pero también algo que me rechaza, ya que permanece vendada, y, allí donde debería estar el otro ojo, veo cabello, del mismo tono rubio que el que recubre su cabeza. 
De pronto, se da la vuelta y se pone a andar hacia la derecha, justo hacia dónde me dirijo yo. Me decido a seguirla. Al volverme hacia la derecha, veo otro pasillo, con algunas puertas de color canela. Una de ellas, a mano derecha, se está cerrando y la mujer o chica con la que me he encontrado, ya no está, por lo que debe de haber entrado por esa puerta. No veo por qué no puedo ir tras ella, no tengo nada mejor que hacer. La puerta, por su parte, va cambiando de color, tornándose de un verde claro. Me acerco a la puerta, que ya se ha cerrado. Una vez frente a ella, me da un escalofrío, que me recorre toda la espalda, y se me erizan los pelos de la nuca. Miro a los lados, y noto una sensación extraña. 

Alguien me sigue... O alguien me busca. 
Abro la puerta, y no veo más que la pata de una mesa, la cual se oculta en las sombras. Lo único que puedo ver es esa pata, del mismo color actual que la puerta. El resto está tapado por las sombras. También veo el suelo, gracias a la luz proveniente del pasillo. Está hecho de madera, pero eso no importa, debo ocultarme. Lo único que se me ocurre es tumbarme en el suelo, justo al filo de la puerta, entrando en la oscura habitación. Me quedo acurrucado, escuchando los pasos provenientes del pasillo. Intento cerrar la puerta con el pié, pero es complicado y solo logro dejarla entreabierta. Entonces me doy cuenta: ¿Cómo demonios pretendo ocultarme, si tan solo me he tumbado en el suelo, y encima en el filo de la puerta? Miro por encima de mi hombro para ver el pasillo por el cual he entrado. Veo que hay un escalón, que llega justo a dónde acaba mi hombro... No recuerdo que hubiese un escalón antes... 
Oigo los pasos cada vez más cerca. Permanezco inmóvil. La puerta se abre de golpe, y entran dos tipos corriendo. Se quedan parados justo en la pata de la mesa que logro ver. Se enciende una luz, pero no veo de dónde proviene, y no ilumina la habitación por completo, ya que el techo queda a oscuras. De modo que puedo ver a los tipos que han entrado. Parecen hombres, pero no puedo ver sus rostros, por que la luz no alcanza a iluminarlos. Oigo que ríen y hablan en un idioma que desconozco. Depositan una botella vacía de anís sobre lo que yo creía que era una mesa. Ha resultado ser una cama... Entonces se van por una puerta, que hay junto a otra puerta, aparte de la puerta por la que he entrado. La puerta se queda abierta, pero no veo nada en su interior. Sólo veo oscuridad. Pasan unos segundos hasta que vuelvo a levantarme observando con precaución la habitación. Justo donde acaba la cama, hay un saliente en la pared en el que se apoya una mesita. Si, he dicho una mesita, y esta vez sí es una mesita. a la derecha de la mesita, están las dos puertas, una, por la que han entrado los dos tipos, y otra que está cerrada y hay una especie de reloj en el marco superior. 
Sobre la cama, sentada sobre sus rodillas, se encuentra la chica vendada, con sus manos sobre su cabeza. Me quedo mirando atónito, como procede a quitarse las vendas de su rostro. La puerta se cierra detrás de mí, pero no me interesa. La habitación se ha iluminado inexplicablemente, y ahora puedo ver el techo, del mismo material que el suelo y las paredes. La botella de anís está ahora en la mesita, pero eso no me importa. Sigo mirando como se va quitando las vendas de su rostro. Ha resultado ser pelirroja, y no rubia. Pero es hermosa... Es el ser más hermoso que he visto nunca. Tiene el pelo sujeto en una coleta por detrás, dejando caer dos mechones a modo de flequillo. Me quedo mirando su rostro, el cual no me quita ojo de encima, y me doy cuenta de que sigue quitándose vendas. 
A medida que se va quitando sus vendas, va mostrando su cuerpo, desnudo, por lo que veo. Se queda como está, sentada sobre sus rodillas, pero ahora desnuda y sin vendas. Me acerco a ella, hipnotizado por su belleza. Y justo al ponerle mis manos sobre sus hombros, la habitación da una vuelta y me veo tumbado en la cama. mirando a la puerta. No hay nadie más que yo. Pero algo más ha cambiado. No recuerdo tener pechos, ni la piel tan suave, ni ser pelirrojo... 
Un momento. 
Bajo la vista poco a poco, y veo asombrado, que estoy en el cuerpo de una chica... No... ¡En el cuerpo de la chica de las vendas! Miro a mi alrededor. No hay nadie. Vuelvo a bajar la vista. Noto como me ruborizo. Me palpo la mejilla derecha con la mano derecha, y con la mano izquierda acaricio mis piernas. Voy subiendo... Me detengo. Miro al frente. Allí está ella de nuevo. Desnuda, mirándome. A los pies de la cama, pero sin estar sobre ella. Vuelvo a bajar la vista... Vuelvo a ser yo... Suspiro aliviado, y vuelvo a mirarla, pero ella está a unos pocos dedos de mí. Entonces oigo un portazo que libera del empanamiento. 
Al volverme a mi izquierda, veo a un hombre, de pié, frente a la puerta abierta tras la cual solo hay sombras. Le miro el rostro y entrecierro los ojos, para verle mejor. Tiene la cara pintada... Como si hubiera intentado pintarse de payaso, pero sin un espejo. Es grotescamente macabro. Sonríe y me hace un gesto con la mano para que le siga. Vuelvo a mirar a la chica, pero ella ya no está. Ha vuelto a desaparecer. Miro al hombre con la cara pintada, el cual está ahora frente a la puerta cerrada, con el reloj en lo alto del marco superior. Vuelve la vista hacia mí y me vuelve a hacer el mismo gesto. Bajo de la cama, y veo a la altura de mi cintura, a un enano. Un hombre enano negro. Se va corriendo al lado del otro hombre con la cara pintada y la puerta se abre. Veo nieve y un abeto tras ella. Los copos de nieve van entrando poco a poco. La puerta se cierra de golpe y vuelve a abrirse. Esta vez sólo veo un ligero resplandor surgiendo de ella. Tiene un color azul celeste, tirando a verde. El hombre con la cara pintada y el enano, entran. Veo la mano del hombre con la cara pintada saliendo y haciéndome un gesto para que me acerque. Entro en la estancia. 
Una vez dentro, me doy cuenta de que es una sala en forma de U, no demasiado amplia, que tiene unas pocas puertas. Parece un lavabo. Doy unos pasos y veo los retretes pegados en la pared de mármol. Veo toallas también y una serie de retretes tapados con una puerta. Entro en uno a mi izquierda, y veo a una mujer de aspecto asiático, que sale del retrete ignorándome. Grito a causa del susto que me ha dado. Tras ella estaba el enano negro de antes, el cual me hace un gesto con la mano indicándome que baje la voz... O que me tranquilice. 
El enano se mueve por la sala y gira a nuestra izquierda de nuevo. Llegamos a otra sala, bastante iluminada y llena de televisores de todas las formas y tamaños. El hombre de la cara pintada está allí y nos sonríe. La sala es similar a la de un centro comercial especializado en televisores. De pronto se apaga uno de ellos. El hombre de la cara pintada y el enano, corren a encenderla, con rostro de preocupación. Al encenderla, se apagan dos televisores. Se separan y corren a encender los televisores apagados. Una vez encendidos, se apagan otros cuatro televisores, entonces me miran, y me hacen gestos, pidiéndome ayuda para que encienda los televisores junto a ellos. Pronto me veo corriendo de un lado a otro encendiendo televisores. La sala se va oscureciendo a medida que los televisores se apagan. Los rostros de preocupación se agudizan. 

Malo. 
Algo me dice que si la oscuridad cubre por completo la estancia, pasará algo muy chungo. Sigo encendiendo televisores como un desesperado, ignorando las sombras que avanzan a por mí. Entonces, cuando sólo queda un televisor encendido, nos detenemos. Yo me quedo mirando el televisor, el cual no emite ninguna imagen en concreto, tan solo se vé en blanco. Me niego a volverme para ver el infierno de oscuridad que hay tras de mí. Se apaga el televisor. Aterrado, cierro los ojos y grito violentamente. Al volverlos a abrir, vuelvo a ver algo de luz. Con la respiración acelerada y con el corazón apunto de salírseme del pecho miro a mi alrededor. Todo lo que puedo ver, es mi habitación en la semioscuridad. Miro a mi izquierda, y veo a mi chica, dándome la espalda, durmiendo plácidamente. Veo su cabello negro y suspiro. Me froto el rostro con las manos, empapado de sudor. Alzo la vista, y la veo. Frente a la puerta de mi habitación. Es ella, está aquí... Y vuelve a estar cubierta de vendas. 

Cierro los ojos de nuevo. No pienso volverlos a abrir. Noto como sube a la cama, como se acerca. Noto su respiración ante mí. Entonces abro los ojos. Veo mi habitación. Vacía. No hay nadie. Miro a mi izquierda y no veo nadie a mi lado, durmiendo. Sólo entonces suspiro, aliviado. Miro hacia la puerta de mi habitación. No veo a nadie. No hay ninguna chica envuelta en vendas... No ha sido más que un sueño... Un sueño sin sentido. Mantengo la vista fija en la puerta. Sé que no está allí, pero noto su presencia. Sé que solo ha sido un sueño, pero ha sido muy real. Noto como está allí, aunque yo no pueda verla... Un sueño.

martes, 31 de enero de 2012

¡First Blood!

Helou, pelou, yelou, amigos desnutridos (?). Bienvenidos! Para empezar os comunico que me ha costado un cojón y parte del otro encontrar una imagen "digna" de fondo para este wonderfuloso blog, así que más os vale que os guste o me liaré a repartir manzanas con lavativa caramelizada y teñida para que parezca caramelo. Básicamente os diré algo sobre mí:
Soy un fanático obseso (que no obeso) con los Zombies (por si alguien no se ha dado cuenta todavía) y de los videojuegos. Sí, en otras palabras: Gamer friki. Peeeeeeeero eso no significa que cuando juntas las 2 cosas que me obsesionan, por lógica pura me parezca lo mejor del mundo. No niego que no me gusten los juegos de zombis, (de hecho los adoro) pero no son mis favoritos, desde luego (aunque entran en una de mis categorías preferidas...). El caso es que, a pesar de lo que diga, sólo he jugado al Resident Evil 4 (Sí! El único que no tiene zombis!) y me ha encantado, no es mi juego favorito, pero casi. También he jugado a otros REs, pero el que más me ha gustado y el que me he pasado casi al 100% es el RE4, fijaos si me gustó, que me lo compré para la Game Cube y para la PS2... Triste, ¿verdad? Bueno, básicamente mis juegos preferidos son los shooters y los de lucha. Son los que siempre terminan envenenándome. Excepciones: Cualquiera de los Zeldas, la mayoría de los Super Mario, Mario kart, God of war (todos), y muchos otros que no consigo ahora recordar. Aparte, no me voy a poner aquí a hacer publicidad de juegos por la cara.
Tampoco es que los videojuegos sean lo más importante en mi vida, coño, también me gusta la música, los libros, el cine, los penes los pussies, la sopa de la yaya.... Entre muchas otras cosas (no confundir sopa con pussy) que no mencionaré. Así que más o menos así por encima...
De música escucho de todo, la verdad (exceptuando Reguetón  de ese y chunda chunda discotequero), pero si tengo que elegir una cosa, me quedaría con el metal o con las bandas sonoras de algunas películas o juegos.
Y de libros os obligo recomiendo que os leáis El Nombre del Viento y el Temor de un Hombre Sabio de Patrick Rothfuss. Enserio, son la repolla (que no repollo). Y bueno, no me voy a enrollar más. ¡Sed buenos zombis y no confundáis los cerebros con las coliflores!

PD: